En Mayo de 2017, Unicef publicó un informe que analizaba la exclusión educativa en España. De mano de un equipo de personas expertas de las Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad de Murcia, desgrana las causas y consecuencias de la exclusión educativa desde las políticas sociales hasta los perfiles más vulnerables.
Los factores de la exclusión educativa en España: Mecanismos, perfiles y espacios de intervención es un informe de lectura obligatoria para detectar los indicios de abandono escolar, percibir el nivel de responsabilidad que tiene cada agente que interviene en la educación formal y contar con herramientas que ayuden a diseñar mecanismos de acción eficaces. Intervenir antes de que abandonen el Instituto es una responsabilidad compartida.
El abandono escolar oculto.
El problema surge cuando algún chico o chica ya ha abandonado los estudios aunque siga acudiendo a clase. Es lo que llaman en el informe «abandono escolar oculto». El Sistema busca atraer y premia los perfiles cercanos al «alumnado ideal». Este perfil se basa en calificaciones, expectativas de comportamiento, roles y exigencias determinadas. En pos de preservar el orden escolar se divide al alumnado entre integrado y problemático y se destina al segundo grupo las medidas que el profesorado tiene disponibles. Estas medidas suelen ser de control, de diferenciación y de adaptación de los contenidos. Se prima el control comportamental sobre el aprendizaje de los contenidos curriculares.
A la escuela se va a aprender, pero sino aprendo, se produce, inevitablemente, una desconexión persona-contexto. El alumnado problemático ya no está allí aunque vaya a clase. Este es el momento en el que las diferencias entre grupos de población aparecen. Estas diferencias azotan a los grupos más vulnerables. Estos grupos son aquellos que no cuentan con bagaje cultural o educativo familiar, entre cuyos grupos de referencia no existen ejemplos efectivos de éxito académico. Cumplen 16, 17 o 18, salen del Instituto, ¿y ahora qué?
Desigualdades latentes.
Cuando hablamos de «inclusión educativa» parece que todos los esfuerzos se destinaran a la inclusión con respecto a las capacidades. El modelo educativo actual permite hacer «ajustes curriculares» al alumnado que no cumple las expectativas académicas pero se limita a creer que la causa se circunscribe a una menor capacidad intelectual o atencional. Nada más lejos de la realidad.
La desigualdad económica, cultural , política y afectiva juega un papel central en la exclusión educativa, pero mientras se presuponga la individualización de los resultados y se conciba el sistema como igualitario viviremos un espejismo de «ajustes» y reducción de expectativas académicas de un alumnado que no tiene dificultades en su capacidad. Un alumnado con dificultades vitales que necesitan del acompañamiento de personas adultas que generen confianza y espacios de integración. Un grupo de personas con edad de seguir en clase, que sale a la vida adulta casi con la garantía de perpetuar esa desigualdad económica, cultural, política y afectiva.
Generar referentes de éxito.
Pertenecer a determinados colectivos o contar con características socioeconómicas concretas aumenta las posibilidades de pertenecer a ese grupo de «alumnado problemático» del que hablábamos al principio del artículo. Dentro del entorno escolar, quienes tienen un «perfil bajo» no cuentan con referentes de éxito, tal y como se señala en el Informe citado anteriormente.
No es casualidad que el principal objetivo de Motiva sea originar una experiencia de éxito. Con lo intangible de la premisa. ¿Qué es el éxito? ¿Existe una concepción común o es individual? A pesar de la dificultad en la definición nuestro mayor índice que cumplimiento son ellos y ellas, las personas participantes. El concepto de que generamos experiencias de éxito se sustenta en las recomendaciones que se producen en los espacios comunes del barrio. En el momento que alguien le cuenta a otra persona que existimos y nos busca en redes sociales, nos escribe, viene al despacho, nos busca. Ese es el mayor indicador de esperanza y de éxito. La capacidad de generar experiencias favorables en quienes la desmotivación ha hecho mella. Siempre acompañada de la sensación de que salen del lugar en el que deberían quedarse, pero bueno, seguimos aquí. Al menos, estamos aquí.
«¡Hola! Esto es Motiva, el mes que viene volveremos a seleccionar grupo, me pondré en contacto contigo».
Preparando la décima edición.