Finales de junio, despedimos el curso y damos la bienvenida al verano. Y también a los planes para el próximo. Queremos ayudarte a decidir si estás pensando en volver a clase el septiembre que viene. Sea cual sea el curso en el que lo dejaste, siempre es buena idea volver a coger los libros. En esta entrada vamos a darte 7 buenas razones para volver a estudiar.
1. Mejores posibilidades laborales.
Según el INE, el desempleo es menor a más nivel educativo. Seguro que en muchas ocasiones has escuchado o dicho «si hasta gente con carrera está en el paro, ¿para qué voy a estudiar?». Es cierto que hay gente sin trabajo en todos los niveles educativos, pero según vamos subiendo escalones es más probable, no solo encontrar trabajo antes, sino encontrar empleos mejores, con mejor salario y más garantías. La mayoría de las grandes empresas tienen como requisito obligatorio tener el Graduado ESO, como mínimo. Si te animas a volver a estudiar y finalmente, lo obtienes, tus posibilidades serán mayores que sin él. ¿Te parece una buena razón?
2. Conocerte más.
En multitud de ocasiones, cuando dejamos los estudios, creemos que es por pereza, torpeza, no valer para estudiar, entre otras razones que pensamos que tenemos «dentro». Creemos que el fracaso ha venido por capacidades o habilidades propias. Cuando volvemos a clase con más madurez, después de haber trabajado en algún sitio, esa opinión cambia. Te aseguro que puedes sorprenderte mucho como estudiante. Una de las chicas que se ha preparado el Acceso a Grado Medio el año pasado pensaba que era muy mala en mates y ¡en el examen sacó un 10! Fue todo un descubrimiento para ella comprobar como no se le daban tan mal como pensaba.
3. Nuevas relaciones.
Está genial contar con un grupo de personas cercanas, de amistades, con las que nos sintamos bien pero conocer a gente nueva es muy enriquecedor. Volver a las aulas te puede ayudar a hacer nuevos amigos y amigas con las que pasar un tiempo estupendo. ¡No temas ese primer día de clase! Seguro que habrá alguien en tu misma situación o alguien que con su acogida te haga el primer paso más sencillo. Merece mucho la pena ampliar nuestro círculo y crear nuevas relaciones con personas diferentes de las que podemos aprender mucho.
4. Mejorar tu autoestima.
¿Recuerdas la historia que te he contado antes? La de la chica que pensaba que se le daban fatal las mates y sacó un 10 en el examen. ¿Cómo crees que se sintió con ella misma? Seguro que, en ese momento, genial. De alguna manera, había comprobado como la mayoría de los obstáculos los creamos desde dentro y que con trabajo muchas cosas son alcanzables. Estamos seguras que la superación de ese reto le hizo creer más en ella misma y en las metas que puede alcanzar. Superar la prueba de acceso de Grado Medio le hizo aumentar su autoestima, que no es más que la nota que nos ponemos. La autoestima tiene mucha responsabilidad en cómo de capaces nos creemos de alcanzar los objetivos que queremos lograr.
5. Tendrás una rutina más placentera.
Hay veces que creemos que madrugar, tener cosas que hacer, estudiar y estar ocupadas es un rollo. La realidad es que estar todo el día en casa, levantarnos tarde y pasar las noches en vela con el móvil puede estar bien durante un tiempo pero, a la larga, nos aburre más que tener una rutina. En Motiva lo vemos mucho, levantarnos temprano, al principio, puede dar pereza, pero cuando sentimos que nuestro tiempo está siendo bien aprovechado tenemos más energía que antes. Aunque puedas no creerlo, levantarte a las 8 y hacer tareas durante la mañana carga más las pilas que hacerlo a las 2 del mediodía y sentarte después en el sillón. ¡Anímate a cambiar tu rutina!
6. Aprender cosas nuevas.
Aprender es una de las actividades más placenteras que existen. Se abre la mente, descubrimos conceptos nuevos, sabemos más y pensamos mejor. Estudiar nos ayuda a ejercitar nuestras capacidades intelectuales, mejorar la resolución de problemas y tener mejor capacidad de decisión. Recuerda que aunque hayas dejado de estudiar no has dejado de aprender. Aprendemos todos los días cosas nuevas. Pero estudiar nos ayuda a descubrir cuál nuestra propia forma de aprender, cómo aprendemos mejor y esto nos sirve para toda la vida.
7. Ser un ejemplo.
Aunque tus padres no hayan estudiado seguro que, en alguna ocasión, te han dicho que querrían que tú lo hicieras. Si tienes hijos o hijas y quien no ha estudiado eres tú, probablemente quieras que lo hagan, que no lo dejes como hiciste tú. Eso es porque sabemos que tendremos mejores oportunidades. Debido a esto, no renuncies a mejorar las tuyas y a ser un ejemplo. Una de las formas más poderosas que tenemos las personas de aprender es a través de la observación. Al realizar acciones que mejoran nuestra vida y nos brindan más oportunidades, sin saberlo, tendrás alrededor a personas que te están mirando y con tu ejemplo se animarán a mejorar las suyas.
¿Sabes algo que me pasa siempre? Por cada persona que obtiene el Graduado, supera Motiva o aprueba la Prueba de Acceso a Grado Medio, mínimo, dos personas más se animan a seguir su camino. Conseguir un propósito anima a nuestro alrededor a luchar por los suyos.
Si quieres compartir alguna buena razón más para volver a estudiar, ¡te leemos!